sábado, octubre 28, 2006

Carta del Obispo de Posadas Monseñor Martinez 29.10.2006

¡Que podamos ver!
En este domingo 29 queremos implorar a Dios por estas elecciones a Constituyentes en nuestra Provincia de Misiones. El voto es parte del ejercicio de la democracia y deseamos que todo en esta jornada se pueda realizar con verdadero sentido ciudadano, sobre todo con respecto a la transparencia indispensable, en orden a que nuestras instituciones democráticas mejoren en su calidad y consistencia. El voto es una parte del accionar democrático de la ciudadanía, pero es en la cotidianidad de la vida en donde se constituye una cultura con valores como la vida, la justicia, la solidaridad, la familia, el respeto a los otros, la libertad…

El Evangelio de este domingo (Mc. 10,46-52), nos sitúa ante una virtud indispensable para todo hombre (varón y mujer) y sociedad que se proponen madurar en el diálogo y la armonía, en los consensos y diferencias, que es "la humildad". Todos y siempre somos necesitados. Los cristianos sabemos que necesitamos de Dios y de la ayuda de nuestros hermanos. El Evangelio de este domingo nos presenta "al hijo de Timeo-Bartimeo, un mendigo ciego, sentado junto al camino…" Al verlo a Jesús le imploró: ¡"Hijo de David, ten piedad de mí!". El Señor lo hizo llamar y le preguntó: "¿Qué quieres que haga por ti?. Él le respondió: "Maestro que yo pueda ver" (Mc. 10,51). Solo desde la virtud de "la humildad" podemos "ver" más profundamente la realidad. La nuestra en primer lugar y la de los demás. La humildad nos libera de posturas y trajes artificiales que siempre nos esclavizan con imágenes falsas que tenemos que alimentar, y también la humildad nos libera sobre la verdad de los otros, ya que muchas veces inventamos fantasmas que no corresponden a la realidad y solo nos llevan a odios y divisiones, y quizá hasta la violencia. Podemos implorar como el ciego del Evangelio que todos como sociedad nos sintamos necesitados de Dios y sobre todo pidamos que podamos ver.

Como Iglesia Diocesana también estamos pidiendo al Señor que en este tiempo podamos "ver", sobre todo en el camino a nuestro año Jubilar de 2007 y a nuestro primer Sínodo Diocesano. El deseo de "ver" mejor es el que animó a los grupos sinodales, donde más de 6000 personas han reflexionado sobre la temática que se tratará en las seis sesiones sinodales del próximo año.
Uno de los temas señalados ha sido la necesidad de la formación del cristiano o bien del discipulado, que también será uno de los ejes de la V Conferencia del Episcopado Latinoamericano en Aparecida, Brasil, en mayo de 2007. En relación a la formación cristiana en este tiempo con motivo de las elecciones a constituyentes en nuestra Provincia, hemos intensificado fundamentalmente un aspecto poco desarrollado en nuestra catequesis, que es la relacionada a la Doctrina Social de la Iglesia o bien la acentuación de una catequesis social y ciudadana.
Este eje que hemos acentuado en los últimos meses, será el que continuaremos trabajando desde la pastoral social, en orden a que sobre todo los laicos comprendan más profundamente que la santidad en su vocación pasa por el compromiso en la transformación de las realidades temporales. Este tema está expresado en el documento de la Conferencia Episcopal Argentina "Navega mar adentro", donde señala: "Participar activamente en la construcción del bien común en nuestra patria es hoy una necesidad impostergable. Para caminar en esta dirección, se requiere el conocimiento y la difusión de la Doctrina Social de la Iglesia, inculturada en las nuevas circunstancias históricas del país, como uno de los elementos constitutivos de la Nueva Evangelización… La catequesis, en especial la implementada a jóvenes y adultos, es un lugar privilegiado para formar la conciencia moral a la luz del pensamiento de la Iglesia, incluyendo también los grandes temas de la responsabilidad ciudadana: cultural, política, social, ecológica y económica. Esta formación no se orienta solo al conocimiento de valores y principios sociales, sino también a la transformación de la sociedad mediante el testimonio de un trabajo honesto, eficiente y responsable. El itinerario catequístico ha de impulsar la presencia de los laicos en la acción política y en las diversas estructuras de la vida social" (97).
Tanto en la Argentina, como en Misiones el tema de la inclusión social y el de ciudadanía estarán en el centro de la acción evangelizadora de la Iglesia y este será un aporte a la calidad democrática de nuestras instituciones. Pidamos en este domingo que como el ciego necesitado del Evangelio, en nuestra Provincia y Diócesis podamos "ver".

¡Un saludo cercano y hasta el próximo domingo!

Mons. Juan Rubén Martínez

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